RITA
La luz más intensa,
más sobrecogedora,
bella y calcinante,
es la de una sublime supernova.
Penetrando los espacios,
los vacíos infinitos,
los planetas más sórdidos
y yermos.
Si miramos los astros
y el océano nocturnal,
te veremos a ti,
mística poetisa.
La luz no muere,
emprende el itinerario
eterno del Hades al Olimpo…
José María Guadalupe Cabrera Hernández
12 de marzo de 2011